lunes, 31 de marzo de 2014

Permiso

Permítame hablar de su cuerpo.
Ese objeto de deseo que recorro con mi imaginación una vez a la semana.
Objeto de lujuria que me apasiona el hecho de poder tocar en alguna ocasión.
Permítame por favor hablar de su cuerpo.

No quiero comentar lineas, curvas o figuras que su cuerpo posee.
La grandeza de su cuerpo radica en el empeño que le pone.
La grandeza de su cuerpo radica cuando lo descuida para complacerse con cosas que desea no querer comer.

Su cuerpo.
Contoneándose al caminar.
Un dulce vaivén que me vuelve loco.
Un dulce vaivén que me lleva al cielo infinito.
Sin pensamientos impuros.
Es puro lo que pienso y deseo hacer con su cuerpo.
Pues su cuerpo es el envase de una gran persona.
Es el reflejo de un alma bella.
Es la imágen de un espíritu luchador incansable.

Permítame hablar más de su cuerpo.
Permítame bailar abrazado a su cuerpo.
Permitame sentir su cuerpo junto al mio.