viernes, 3 de julio de 2009

Otro Mundo Raro (A la Pedro Infante)

Han sido extraños estos tres últimos días, experimenté varias sensasiones ya conocidas pero en lapsos muy breves. No entraré en detalles, sólo hablaré de lo que podría considerarse como un resultado inmediato.

Llegué no cansado a mi casa a las veinte para las nueve de la noche, saludé a mis padres como cada que llego, y me dispuse a darme un baño. Cómo dije, no me sentía fatigado, me sentía relajado, a pesar de haber estado pintando un buen de horas en la casa que una tía mía pondrá a la venta, ayudando en las labores para arreglarla a mi estimado primo.
Me quité la ropa camino al baño y la dejé por fuera, sólo vestía mi boxer, y no se porqué tengo la extraña costumbre de estarme lavando las manos a cada que veo agua; por lo que al momento de hacerlo, vi mi rostro al espejo, vi que quien estaba ahí, se miraba más joven de lo usual, además, esa cara no tenía aquellos rasgos de alegría o tristeza que siempre mostraba comunmente, y dije yo "quizá sea fruto del trabajo que he realizado estos dos días" pero no podía ser así, ¿de qué se trata esto? ¡no es en serio que pueda haber resultados tan pronto! ¿mi plegaría habría sido contestada? (cabe decir que la primera de estas tres noches, rogué a dios con fe que me quitara un poco de pereza, por lo que he estado un poco más activo que de costumbre). Bueno, algo tiene que pasar aquí, no se que sea, pero bueno, lo que me gustó es que no me siento fatigado, no me siento nada mal, al contrario -como dijera James Brown- I feel good.

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