La melancolía es algo que me ha atacado en pocas ocasiones, pero no es algo para volverse loco.
Ahora que la verdad se ha dicho, quisiera saber más mentiras, para descubrir que es lo que verdaderamente no importa.
Un día caminaba por las calles de Hermosillo, cuando recién llegué aquí, me atacó ese sentir de pena como nunca lo había hecho antes.
No quisera ser un pretencioso de la vida, pero el conocimiento que se porta, ese extra sobre muchos, y los círculos en los que me vi rodeado, empezó a levantarme un ego y a crear en mi un ser arrogante que no puede ser fácilmente destituido dentro de mis múltiples personalidades que hacen a mi ser ser lo que soy.
Ahora bien, si no tiene importancia nada de lo que he dicho, entonces, no he dicho nada.
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